Hace varios meses que los astros no se alineaban para que mi esposa y yo saliéramos a entrenar juntos. Y es que, entre el trabajo, y ser papás lo que antes era una rutina en equipo, ahora es mas un estilo de relevos.
Además, hace tiempo que nuestros objetivos deportivos son muy diferentes y por consiguiente los entrenamientos también. Por ejemplo, entrenando para el ultra, mientras yo hago una sesión de rodillo ella podría terminar un triatlón olímpico, bañarse y tomar una siesta tranquilamente. Así que ahora que nos dirigimos juntos al maratón de la ciudad se dió esta oportunidad, y me recordó lo diferente que puede ser entrenar con alguien mas.
Aunque corremos a ritmos muy diferentes el acoplarse es también parte de lo que significa ser un equipo, y no está mal de vez en cuando darse tiempo de compartir los kilómetros con alguien mas. En mi caso y el de muchos que disfrutamos las ultrachingas, los entrenamientos se vuelven muy solitarios, muy diferentes a los de un triatlón, Ironman o maratón y es que a final de cuentas es un requisito muy importante el poder disfrutar ese tiempo a solas para poder hacer ese tipo de pruebas.
Somos una pareja «normal», sin embargo creo que somos afortunados de tener esta pasión en común y que a final de cuentas hemos logrado compaginar varias áreas de nuestra con el deporte como base. Creo que no puedo imaginar un solo dia en nuestra vida en el que no salgan al menos por unos minutos temas de ritmos, recuperación, VO2 o cualquiera de esas cosas que solo los que estamos super clavados en esto entendemos.
Definitivamente yo estoy mucho mas clavado en esto y tengo muchas locuras por realizar mientras que ella lo toma con mas calma y está bien y creo que es lo mas sano, pero uno nunca sabe, igual y así como ahora disfrutamos un triatlón o un maratón juntos, quizás mas adelante estemos en el mismo Ironman o algo un poquito mas rudo… o no @trifields?
Sea como sea, mientras lo disfrutemos valdrá la pena.
Mike