Desde Diciembre que estuve entrenando en la ruta oficial no había escrito, sin embargo le siguieron algunas semanas mas de entrenamiento de resistencia y fuerza. Hoy estoy a menos de un mes de estar nuevamente a la orilla del lago que me enfrentó a la nadada mas larga de mi vida, literal y figuradamente, para enfrentar no solo el reto específico que da la distancia, sino también a los demonios y la huella del fracaso que traigo cargando.

Me siento muy bien, sé que es una prueba mental y que puedo con ella, sin embargo es difícil dejar a un lado la incertidumbre de todo lo que puede pasar y que está fuera de mi control. Son muchas horas y muchos kilómetros llenos de aventura y riesgos imposibles de prever, creo que hace un año estaba lleno de nervios y miedo a lo desconocido, y en esta ocasión es todo lo contrario, mi mayor miedo es aquello a lo que conocí por primera vez y que me ha dejado una marca que requiere del doble de esfuerzo para borrar, la huella del fracaso.
Sé que no le debo cuentas a nadie, que esto lo hago por mi y nadie mas, que no tengo ni un solo patrocinador a quien rendir cuentas, que mi familia va a estar conmigo pase lo que pase y que sin importar el resultado se sentirán orgullosos. Sé que la vida está llena de oportunidades y que así como esta no es la primera tampoco será la última. Si, sé que esto es solo un fin de semana más haciendo lo que me gusta, divirtiéndome y compartiendo tiempo con mi familia en mi extraña y enferma manera de hacerlo.

Pero la otra realidad es que soy un hombre que se ha curtido a base de fracasos y frustraciones tomadas por elección propia, desde hace varios años he tomado siempre las decisiones mas difíciles y optado por tomar los caminos mas arriesgados y aunque he aprendido que el resultado final siempre es magnífico y satisfactorio es difícil olvidar un gran fracaso. Quizás no el mas grande, pero si el mas frustrante.
«Quisiera que la prueba fuera hoy», es una frase común cuando ya estás ansioso por llegar, cuando ya te sientes listo y cuando ya no quieres darle mas fuerza a la incertidumbre. En esta ocasión es una sensación diferente, quiero que ya sea, pero a la vez quiero disfrutar este periodo de anticipación, aunque mi mente se vuele y piense en mil y un cosas que pueden salir mal siempre termino imaginando el mismo final, cruzando la meta con la única gente que me importa.
Restan 30 dias
MIKE