Decir que la magia no existe puede ser una frase ridícula, obvia para algunos y como un cristal rompiéndose en pedazos para otros, en especial para aquellos que todavía tienen la esperanza de que un búho entre por la ventana con una carta de aceptación al colegio de sus sueños.
No quiero sonar aguafiestas, saben que siempre hablo desde mi experiencia y trato de ser lo mas neutral posible, sin embargo, cada día veo más gente atribuyendo el éxito y la vida de sus sueños a la magia, al pensamiento positivo, la ley de la atracción o como diría Odyn Dupeyron, al «pensamiento mágico pendejo», lo veo tanto que me parece imperativo compartir que al menos en mi experiencia, toda esta magia solamente funciona cuando la combinas con los polvos de «pártete la madre trabajando».
No voy a negar que yo también he pensado y meditado queriendo atraer todo el bienestar y abundancia que quiero para mi y para mi familia, pero en realidad no hay ninguna magia en eso, el tener una actitud positiva es clave para que todo el empeño y trabajo que dedicas para alcanzar tus metas no parezca tan difícil como realmente es, para que mantengas la motivación de seguir luchando y mantengas la cabeza fría y la determinación de continuar cuando las cosas no vayan bien, el cuál en un inicio puede ser un periodo bastante largo y repetitivo, porque inevitablemente la cagas y mucho.
Cada día y año que pasa me doy cuenta que pienso y me comporto cada vez más como mucha gente que desde hace años o décadas admiraba y los veía como aburridos, aquellos que yo veía como gente que se había vuelto exitosa «únicamente» porque la pasaban trabajando día y noche, porque no tuvieron el talento, el carisma, los contactos o la inteligencia de hacerlo con mas calma y glamour. El cual hoy alcanzo a percibir como una máscara más en esta vida que te exige aparentar cuando tu realidad no es lo suficientemente atractiva para el resto del mundo, lo cuál aplica para el 99.99% de la población humana.
A todos nos gusta compartir lo positivo, las grandes experiencias, éxitos, viajes alrededor del mundo, las medallas y los premios que nuestro trabajo y esfuerzo nos van dejando en el camino, sin embargo aún hay mucha gente que no se da cuenta que por cada logro y por cada foto que se publica hay otras 100 que no existen, simplemente porque la vida diaria y el tiempo que pasas en los momentos complicados del trabajo y sacando adelante tu vida no suele ser muy atractivo.
¿Entonces vivimos en una farsa? Únicamente di decides engañarte a ti mismo.
La verdad, por difícil que parezca, es que todos creemos lo que queremos creer, es bien chingón soñar que nuestro golpe de suerte llegará, que si nos concentramos y enfocamos en lo que queremos de alguna manera aparecerá algún dia frente a nosotros, que las cosas se acomodarán y que nuestro destino exitoso se materializará de forma mágica.
Queremos creer que los «influencers» de moda, tuvieron suerte, que no que pasaron meses o años estudiando y aprendiendo el uso de las redes sociales, algoritmos o incluso como editar una fotografía o un video. Es verdaderamente motivante ver que hoy existen cientos de «entrepreneurs» que crecieron de manera instantánea, pero cuando te acercas y platicas con cada uno de ellos te das cuenta que esa instante duró entre 5 y 10 años, en los que muchas noches seguramente no durmió, que estuvo a punto o incluso lo perdió todo, que fué inocente y estafado, y todo esto mientras daba una cara lo mas alegre y positiva posible ante un mundo que es rápido para juzgar y no perdona nada.
Aqui dejo en evidencia que he estado en ambos lados, he sido aquel que se siente omnipotente y triunfador donde otros no lo han hecho porque les faltó visión, así como un dia descubrí esa sensación de ahogo que dura semanas sin razón médica, es solamente la manifestación del pánico de ver como todo sale mal.
Recientemente recibí un comentario muy alentador, una felicitación con una frase que me puso a pensar: «…ya se que eres modesto y de los que relativiza el éxito, pero puedes sentirte bien orgulloso…». Relativizar el éxito… ¿qué es eso?
Tuve que detenerme mucho a analizar que tanto existía dentro de esa frase, y la verdad creo que es algo que si hago, y en general muchos, al menos en mi país solemos hacerlo. Creemos que el éxito es casualidad, suerte, magia, mientras que el fracaso es por falta de capacidad. Es un mal cultural, crecemos creyéndolo y nos lo repetimos hasta que lo aceptamos; el que tiene el carro, el viaje y las propiedades tuvo suerte o es corrupto, mientras que es bien aceptado ser «pobre pero honrado», donde la única pobreza es la que existe en esa forma de pensar.
Hoy sigo aprendiendo mucho, sigo viviendo esa lucha entre perseguir el éxito sin perder el pie del piso, sigo buscando ganar amor propio sin necesitar la aprobación de un tercero, busco aceptar lo que se ganó con esfuerzo en lugar de pelearme con él y cada vez decido escuchar menos esas creencias pobres de que el ego es malo, cuando en realidad es totalmente humano, en resumen me tocó crecer en una sociedad a la que le falta mucho darse cuenta del gran valor que tiene.
Mi intención no es desanimarte, todo lo contrario, quiero que sepas que si decides arriesgarte tarde o temprano valdrá la pena, pero debes tener claro que va a requerir un esfuerzo sobrehumano, algo que aún no conoces y que posiblemente te haga descubrir sentimientos y una fuerza diferentes dentro de ti que no sabías que tenías. Entre mas rápido lo aceptes mas fácil podrás evolucionar y aprender a seguir avanzando cuando las cosas se ponen rudas.
Entiende que no tienes que convencer a nadie, ni a tus colaboradores, tu familia y mucho menos tus amigos (muchos de ellos desaparecerán de tu vida), es tu sueño, es tu ambición y debes de ser capaz de defenderlo cuando corresponde y adaptarte rápidamente cuando haga falta, pero nunca puedes dejar de escuchar lo que pasa a tu alrededor, sean cosas positivas o negativas, debes estar pendiente de todo lo que pasa es clave para entender como actuar y aislarte es un lujo que dificilmente podrás recuperar.
Si quieres creer en la magia, está perfecto, pero recuerda que hasta el hechicero más poderoso dedica su vida a perfeccionar cada uno de sus hechizos.
Mike
Vida Ultra