UltraMX515 2020 Dia 1

Llegó el momento que había estado esperando por semanas, ese que siempre tiene el poder de ponerme los nervios de punta, emocionarme y al mismo tiempo hacer que un ligero terror corra por mis venas. El arranque del Ultraman.

Esta carrera suele comenzar dias antes, con una ceremonia de presentación de atletas, en donde todos nos conocemos y convivimos previo a la carrera, suele generarse un gran ambiente y nuevas amistades surgen. Desafortunadamente en este año eso no sucedió, si coincidí con un par de atletas, Fer y El Capi, en la entrega de kits, y con algunos otros en las entrevistas previas, ya que como saben, yo no solamente participo en el evento como atleta, también formo parte del crew de filmación del video oficial, obviamente no participo activamente durante la carrera, pero trato de apoyar en lo que es posible.

Panal Collective Media crew

El protocolo que mi crew de carrera y yo ya conocemos se llevó a cabo de una manera casi automática y sin mucha presión, llegar al hotel, ir al super a comprar los suministros de los próximos dias, comer, desempacar y preparar el plan de nutrición del dia 1, en realidad ya sabemos bien como llevar a cabo todo, simplemente establecimos el mínimo de nutrición que debía consumir durante el dia y cada cierto tiempo tanto ellos como yo estaríamos en comunicación para asegurarnos que estaba alimentándome bien.

Llegó el momento de ir a dormir, aunque el arranque del primer dia es el que comienza más tarde, en esta ocasión por estar en una locación remota y tener una transición bastante larga, tuvimos que salir un par de horas antes del arranque. Finalmente llegamos y preparamos todo en el carro para que la transición fuera lo mas rápida posible. Contrario a lo sugerido, que era cambiarse al salir de nadar y correr la transición de 1km rumbo a la bici, preferí que mi transición fuera en el auto, de esta manera yo podría tener ese tiempo que tardaría en llegar al carro para calmar las sensaciones post natación, que después de tantas horas pueden ser un poco de mareo, desorientación y a la vez poder secarme para no batallar con la ropa de ciclismo.

Minutos antes del arranque

Incluso, como el clima estaba bastante frio, aproveché para ponerme el wetsuit mientras mis hermanos preparaban la nutrición que comería durante la natación, me sirvió para entrar en calor y para asegurarme que estaba bien puesto, ya me ha pasado que queda algo chueco y creanme que no es nada cómodo nadar 10 Km con una «ligera» molestia que va creciendo con el paso del tiempo. Ya con todo listo, comenzamos a caminar rumbo a la zona de la natación.

La noche estaba en su máximo esplendor, yo como buen habitante de una de las ciudades con mas contaminación lumíninica que existe, estaba enamorado del cielo estrellado, creo que no recuerdo la última vez que había visto un cielo así, y fué el distractor perfecto para lo que estaba por comenzar.

Minutos antes de comenzar tuve tiempo de platicar con buenos amigos, con mi tocayo, Fer, Yosef y varios más, la verdad me sentía demasiado tranquilo, tan tranquilo que cuando me di cuenta de eso el miedo me golpeó como pocas veces, grité a tope, como buscando el eco, rompiendo la calma de ese lugar y buscando la propia. Varios se asustaron pero a la vez creo que entendieron mi sensación, grité un par de veces más y me di cuenta que estábamos a solo unos minutos de arranque. Llegó el momento de embadunarme de antirozaduras en el cuello, ajustarme por última vez el wetsuit, ponerme, gorra, goggles, «despedirme» de mis hermanos y dirigirme a la zona de arranque, el momento había llegado y ya no había marcha atrás.

Llegó el momento

No podía dejar de pensar que llevaba más de 6 meses sin nadar ni un solo metro, me sentía seguro de poder lograrlo, pero a la vez sabía que iba a ser un nado muy cansado y eso era prácticamente inevitable, había llegado el momento de demostrarme que el trabajo de ligas y pesas para nado en seco de los últimos meses lograría ser lo suficientemente efectivo para cumplir con la distancia, no esperaba ningún tiempo, si lograba terminar ya sería considerado una operación exitosa.

Nos formamos para el pase de lista con nuestra respectiva sana distancia y después de unas breves palabras de Van Sanchez, el director de carrera, comenzamos a entrar al agua, en esta ocasión el arranque sería desde adentro. Me habían dicho que esperara un choque térmico fuerte, quizás lo esperaba tanto que en realidad no lo sentí, por el contrario, me sentí muy cómodo e incluso lo disfruté, resulta que extrañaba nadar.

Apenas estaba poniendo en marcha mi reloj cuando comenzó la cuenta regresiva, damn! me caga que eso me pase, y me pasa mas comúnmente de lo que debería, me aseguro de que este seleccionada la modalidad correcta y apenas logro hacerlo cuando suena el disparo de salida. ¡Llegó el momento!

Comienzo a nadar y los primeros cientos de metros me encuentro rodeado de varios más, me siento bien, tranquilo ya que al parecer aún sabía nadar y no quedé automáticamente hasta atrás como esperaba, traía un buen ritmo, aunque sabía que era la adrenalina haciendo de las suyas y que en un rato la realidad iba a llegar de golpe. Llego al retorno muy rápido, o al menos así lo sentí… ¿neta es solo ésto? si no fuera porque regresamos varios juntos juraría que me había equivocado y me había faltado una bolla o algo así, pero no.

1..2…3 vueltas y todo perfecto, tranquilo, relax, muy relax. Había quedado salir en la 4a vuelta, pero me empezó a dar sed, así que hice una salida bastante rápida desde la 3, tome toda el agua que pude y regresé a nadar. En esa salida comencé a temblar de frio, me di cuenta que el aire estaba mucho más frio que el agua y el sol aún no pegaba fuerte, con el agua a esta temperatura y con ese clima en otras ediciones ya se habrían dado casos de hipotermia, pero aquí nada de eso, venía puro atleta guerrero, y desde ahí, ya se veía que el nivel iba a estar fuerte y parejo.

Seguí, vueltas 4, 5 6, 7… todo iba bien, aunque si comencé a sentirme mas lento, lo achaqué al cansancio, aunque me tranquilizaba que seguía viendo a varios a mi alrededor, así que no iba tan pior. Salí ya en la vuelta 7 y aunque ya me sentía un poco cansado, me sentía muchísimo mejor de lo que esperaba, aproveché para comer bien, echarme un bote completo de nutrición y electrolitos, y de vuelta al agua. Cual es mi sorpresa que apenas comienzo a dar la vuelta a la boya, el agua comienza a golpearme en la cara, el viento había aumentado y una corriente en contra que antes no existía se habia desatado con todo, inmediatamente comencé a sentir como me costaba mucho mas avanzar y mantener la dirección ya que te aventaba de lado, al grado que como a la mitad del lago comencé a tocar las plantas del fondo, y para mi sorpresa, un par de brazadas mas adelante encallé cual cachalote; la corriente me había aventado a la orilla y supongo que dejé de orientarme durante un buen rato hasta que me sacó, me costó muchísimo regresar a la ruta y llegar a la boya de regreso, cuando por fín lo logré esperaba que el regreso fuera muy fácil, pero no era así, la corriente era suficiente para hacerte sufrir de ida pero el regreso no era nomás dejarte ir, tenias que seguir nadando y pues ahora si ya me estaba cansando y desesperando.

Cuando todavía iba entero

Termino por fín la vuelta 9 y en el fondo de mi corazón esperaba que me hubiera confundido y que en realidad ya hubiera terminado, me detengo a preguntar y me dicen que nel, que me falta la última, fue en ese momento en el que vi que ya varios estaban saliendo y aunque no era el último, el lago ya comenzaba a verse vacio. Me faltaba otra tortura de 500 m. de corriente en contra, pero bueno, ya solo eran 500, puro trámite.

Por fin terminé, salí sintiéndome mejor de lo que esperaba, pero el cuello si se me había rozado bastante y quemaba brutal, ni modo, gajes del oficio, apenas me quito el wetsuit decido ponerme los tenis y salir rumbo al carro que estaba a 1km de ahí, para ahi hacer mi transición, mientras en el camino iba comiendo, secándome y orientándome, me ha pasado que después de nadar 10K sales medio apendejado y no es nada agradable en la bici, así que prefiero que se me pase mientras voy a transición, y funcionó bien, cuando llego al carro ya me siento recuperado, me cambio rápido y salgo a madres en bici… not.

La verdad es que como saben no soy muy buen nadador, y cuando llevaba mas de 6 meses sin tocar el agua, pues peor, los brazos y los hombros si terminaron mas puteados de lo que esperaba y no lograba acomodarme en la bici, las piernas iban bien, pero me faltaba agarrar ritmo. 10..20 kilómetros y nada, seguía medio guango y el viento en contra no ayudaba, ni hablar, si asi va a ser todo el camino, pues a apretar lo mas que se pueda, creo que fué hasta después del km 50 donde sentí que reviví, justo subiendo vetagrande, esa subida que es la antesala a la bufa y que era el punto de retorno, ahí fue donde el cuerpo siento que agarró la onda de donde estaba y ya sabe que este cabrón no se va a rajar, así que puso de su parte y nos conectamos para empezar un regreso mucho mas rápido y cómodo. Me sentía muy muy chingón, por fin las piernas se soltaron y aunque el cuello seguía quemando por la rozada y la mezcla de sudor con bloqueador escurriendo de mi cabeza, pues no me quedó de otra mas que aguantarme y aprovechar que las piernas ya andaban finas.

Cerrando fuerte

Cuando menos me di cuenta ya estaba subiendo el puente que te lleva a Fresnillo, ya era puro trámite lo que faltaba, todavía traía power y aunque sabía que desde la natación mi tiempo era terrible y difícilmente podría recuperar en los días que seguían, quería disfrutar al máximo el tener la dicha de estar ahí, sentirme tan afortunado de poder sentir esos dolores que el esfuerzo propio genera, poder estar haciendo lo que tanto me apasiona, y aunque me faltaba una parte muy importante de mi crew, venían conmigo 2 de las personas mas importantes de mi vida, a pesar de la situación y del cansancio que bien saben que este compromiso representa, una vez mas venían cuidándome la espalda (literal) y rifándose como nunca haciendo entre los 2 el trabajo que normalmente hacen 4.

Con todo esto en mi cabeza me empecé a emocionar, entré a Fresnillo con toda la energía y una alegría que no podía ocultar, me encontré a Fer, el juez de la etapa de ciclismo, a 1 Km de la meta y sabía que ya no faltaba nada así que empecé a meterle con todo, tengo el compromiso propio de dejarlo todo en cada día que viva, porque ahora más que nunca tengo esa consciencia de que nada es seguro, y si mañana por algo, no terminaba, quería estar seguro que en esta rodada no iba a quedar nada a medias.

Di la última vuelta, la que te lleva a la meta y ufff, me sentí como si fuera mi primer ultra, mejor aún yo creo, no cabe duda que la perspectiva de lo que realmente vale y da valor a tu vida te abre los ojos y te permite valorar cada pequeño logro.

Por fin entro a la explanada donde estaba la meta, emoción total, un rush de energía indescriptible y una felicidad que no podia controlar.

En ese instante no había mañana, no había dia 2, se había logrado el reto del dia y me di el lujo de disfrutar esa enorme satisfacción.

Disfrutando al 1000

Aunque en la realidad, esto apenas había comenzado… se acercaba el dia que más disfruto, pero también donde la estrategia es clave.

Vida Ultra