Terminar bien, disfrutarlo, únicamente terminarlo, vivir la experiencia, terminar en top 10, top 5, top 3, ganar… son tantos los pensamientos, tantas las variables y los objetivos de todos los que nos encontramos en la línea de arranque que es prácticamente imposible saber lo que va a resultar 280 kilómetros después.
Ya son varios años los que he vivido en esta distancia, y todos los años, sin excepción, hay sorpresas inesperadas, el que crees que solo iba a terminar el dia y la carrera, se encuentra peleando con los punteros, el que tu consideras favorito para ganar o dominar la etapa, termina muy atrás o incluso abandonando, cuando tu mismo crees que te va a ir bien, terminas en modo supervivencia y así, interminables, inexplicables, impredecibles son los resultados.
Y hablo de resultados en el dia 2, porque aunque aún faltan muchos, muchísimos kilómetros por recorrer y en los que todo puede cambiar, si algo es cierto es que un error en el dia 1 corres el riesgo de pagarlo en el dia 3, pero un error en el dia 2 no hay forma de que no tenga consecuencias, de alguna manera u otra te va a afectar, o beneficiar en dado caso de que te apegues a tu estrategia y sensaciones. Así que este dia, para mi, es muy importante, se debe mantener mucha cabeza, mucha paciencia y sobre todo, mucha energía positiva para lidiar con los los demonios que aparecen constantemente sobre tu hombro, mientras pedaleas sin parar, mientras haces cálculos con velocidades, tiempos y un destino que no importa si es la primera o sexta vez que lo enfrentas, La Bufa.

Para mi comenzó como siempre, con mis 20 minutos de fama. El arranque del dia 2 es controlado, esto quiere decir que arrancamos los primeros 10 kilometros aproximadamente siguiendo al vehiculo guia que nos lleva a la carretera a Jerez, y aunque siempre trato o siento que voy muy tranquilo, no sé porqué siempre esos primeros kilómetros suelo ir en la punta, así que aunque sé que no es real, suelo utilizar ese tiempo para motivarme a mi mismo, para conectar con mi cuerpo, para dejar atrás el letargo y recordar que vas a recorrer una distancia que muchos ciclistas experimentados nunca recorren en su vida.

Esta carretera a lo largo de estos años me ha recibido de diferentes maneras, desde mañanas que rápidamente se vuelven calurosas, algunas con un viento en contra que no dejan aprovechar las bajadas e incluso con lluvia y neblina que no te permite ver mas allá de unos cuantos metros. Sabiendo esto, me mentalizo para esperar lo que sea que se me ponga enfrente y tomarlo con la mejor actitud.
Apenas termina el arranque controlado y comienzo a ser dejado atrás por los demás ciclistas, casi siempre hay 2 o 3 locos intensos que arrancan como si fueran por 40km solamente, a esos jamás intento perseguirlos, al contrario, espero perderlos de vista lo antes posible para evitar la tentación de ir a su ritmo, porque sé que podría mantenerlo durante bastantes kilómetros, pero no los suficientes para terminar el dia con ellos.
Pocos minutos después empiezan a pasar el resto de los atletas, y es ahi donde busco enfocarme en mi ritmo, en mis sensaciones y mantenerme dentro de un grupo en el que nos vayamos motivando y hacer mas ameno el dia, al menos mientras nos mantenemos a la vista unos de otros.

Estos primeros kilómetros son muy engañosos, son una serie continua de cuestas que busco aprovechar, sin desgastar las piernas en las subidas y sacando mayor provecho a las bajadas, todo mientras atraviesas paisajes impresionantes, un amanecer que suele pintar el cielo de diferentes tonalidades rojizas mientras las tipicas nubes zacatecanas comienzan a aparecer, montañas, presas, cactáceas y llanos arbolados cambian el escenario cada 5 minutos, asi que si se trata de distraer la mente, observar, oler y sentir el aire fresco de la mañana es un excelente distractor.
Todo este tramo suele ser muy rápido, son aproximadamente 70 km que realmente ni se sienten y que terminan drástica e inconfundiblemente cuando entras al pueblo mágico de Jerez, un tramo en el que es inevitable disminuir la velocidad, en el que se debe de tener mucho cuidado y comunicación con el crew para evitar perderse y volver a la carretera sin contratiempos.

Saliendo de Jerez comienza el juego psicológico, eso de conocer la ruta como la palma de mi mano no es nada, pero nada agradable. bendita ignorancia le dicen algunos, y creo que en este tipo de pruebas no hay nada mas real que eso. Sé que cada kilómetro me acerca a Villanueva, el primer checkpoint y punto donde comienza una subida de falso plano interminable, que desgasta las piernas, la cabeza y que remata con el ascenso a la bufa.
De igual manera, este trayecto de Villanueva a Zacatecas lo he vivido de todas las maneras, con ritmos y sensaciones increíbles, así como una tortura psicológica en otras. Este año, increíblemente, ha sido el mejor, la he pasado de maravilla, me enfoqué en mantener un rimto constante con el objetivo de salir de ahi lo antes posible, ya sé que inevitablemente, sin importar como llegue la bufa siempre es una putiza y guardar piernas es una chaqueta mental, por más que quiera llegar «bien» de todos modos se sufre, así que ahora preferí llegar pronto, si es que esa palabra puede aplicar en una locura como éstas.
Pasan los kilometros, y simplemente no siento el cansancio llegar, en la computadora veo solamente el mapa con la ruta para evitar hacer cálculos, ocasionalmente veo la hora del dia solmente para asegurarme que voy en tiempo y mi crew me ve tan bien y tan constante que incluso se dan el lujo de ir chismeando, parando al baño en las gasolineras que aparecen en el camino y solamente cambiar mi hidratación cuando es necesario, un tramo que yo llamaría perfecto.
Poco anes de llegar a la subida a la bufa hago una segunda parada, en la que voy al baño, a comer y descansar un par de minutos antes de lo que se viene. Me sigo sintiendo de maravilla, así que sé que si logro subir la bufa sin complicaciones podría estar terminando con bastante tiempo de sobra el dia, pero… oh sorpresa, era muy bello para ser verdad. Apenas comienza el ascenso comienzo a sentir algo que según yo recuerdo nunca habia pasado y que pinta para ser una patada en el trasero, viento en contra en el ascenso.

No es suficiente con subir una montaña en el km 200, no son suficientes l0s 4 segumentos de cronoescaladas que mi garmin siempre tiene el placer de mostrarme para decirme cuanto sufrimiento me falta, para resaltarme con negritas que me muevo con elevaciones que oscilan entre el 5% y el 10% sin descanso, que mi velocidad hay tramos donde no puedo ni mantenerla a 10km/hr. No, nada de eso es suficente, una fresca pero constante brisa me golpea mientras me susurra «chíngate esta».
Pues ya estoy ahi, asi que no hay de otra más que seguir, pasan los metros, kilómetros de ascenso y no veo a nadie bajar, eso no es normal y me preocupa, casi siempre cuando yo voy durante el 1er km de ascenso veo a los punteros bajar, ya llevo bastante subiendo y no veo a nadie, asi que en mi mente asumo que no voy tan bien como creía, voy tan mal que todo el grupo delantero ya debe estar en el trayecto de regreso y a mi me falta mucho aún por sufrir subiendo.
Ni hablar, hay que seguir, me cuesta pero ya estoy ahi, y se que una vez que termine esa tortura todo será cuesta abajo, así que solo debo cumplir ese último trámite.
Cuál es mi sopresa cuando llevo más de la mitad del ascenso y en ese momento comienzan a pasar los punteros cuesta abajo, no voy tan de la chingada, al contrario, por primera vez no voy hasta atrás, o al menos no con mucha diferencia.
Observo la hora y me doy cuenta de que la «ventaja» que tenía, ya se había perdido toda, el acenso está siendo bastante lento, y aunque tengo tiempo aún muy holgado para lograr llegar al checkpoint, evito confiarme, una ponchadura o falla mecánica puede aparecer y cada minuto ahorrado es un minuto valioso.

Me encuentro en el úlitmo kilómetro antes de llegar a la cima, ya voy mentando mades, las piernas ya queman, cuando de pronto aperece un gran amigo, Josema, quien me «torea» en la bici y después comienza a correr a mi lado y a motivarme, pum! inyección de energia, comienzo a pedalear con todo hasta que por fin logro llegar al retorno, sé que aún resta un punto más de escalada en el regreso, pero la motivación es tal que decido no hacer ninguna parada ni descanso, llego al retorno e inmediatamente regreso a atacar ese último puerto, porque ahi es donde todo termina, al menos en mi mente.
Me emociona ver que voy muy dentro del grupo, y que, aunque no voy compitiendo, voy pasando a uno que otro atleta, y cuando llega la bajada, me dejo ir como gorda en tobogán y me dá para pasar un par más.
Esto ya se acabó, ya solo falta cumplir el trámite de los últimos 60 km de regreso a Fresnillo, con un plano sencillo y con un viento que ahora va en la espalda, ZOOM mode ON, aplico la sabiduría ciclista, me repito «aprieta el culo y dale duro» y pedaleo sin parar.
60-50-40 km restan, mientras voy en la carretera logro alcanzar y rebasar algunos atletas más y lo mejor es que me siento al 100%, quisiera darle con todo, pero sé que no puedo y no debo, falta correr 84K, así que me estanco en un rimto y solo lo mantengo constante.
Por fin llego a Fresnillo, menos de 10K me separan de la meta, pero una vez más, con subidas que en un dia normal no se sentirían, pero cuando ya tienes 270 km encima, si te hacen mentar mades una que otra vez.

Por fin veo la última vuelta, menos de 1Km me separan de la meta, mi crew se aleja para adelantarse a la meta mietras yo sigo pedalendohasta el ultimo minuto con todo lo que traigo. Me siento espectacularmente bien y eso vale más que cualquier lugar, podría seguir muchos kilómetros más y eso me agrada.
Al fin llego a la explanada, a la meta, escucho la música, ya se acabó todo por hoy, la bici cumplió y 2/3 de la carrera ya están en la bolsa. Me recibe mi crew con toda la energia y alegria como siempre, mientras el altavoz anuncia mi llegada.

Sé que aún falta un dia muy complicado e importante, pero en este instante me siento tan contento y satisfecho que mi seguridad aumenta y sé que esos 2 maratones que faltan los disfrutaré tambíen, como todo hasta el momento.
Vida Ultra
Mike